miércoles, 13 de agosto de 2008


Si el tiempo me lo permite, daré vuelta a tu cuerpo en ochenta días
En ochenta años, ochenta eternidades

Haciendo escala en cada microclima, cada macrocosmos
Dejando la huella indeleble de mis ganas

Pensando en ti en este minuto que resbala de mi labios
Se me espesa la sed y me aprieta el deseo

He de subir montañas y beber el agua cristalina
Que brota de tus manantiales como caliz

Pero sobre todo he de tenerte real entre mis manos
Piel a piel sin música de fondo ni títulos artísticos

Mío en toda la extensión de tu persona
Tuya como una continuación

Tú la lava de mi volcán yo tu oceánica marea
Convirtiendo el sexo en amor y el amor en cuento chino

Me provoca arar tu pecho con mis dedos
Y llegar a ese lugar de donde arranca el placer

Beberte a sorbos pequeños devorarte como bestia hambrienta
Poner un estandarte de deseo entre tus piernas

Noto el pálpito del mundo en tus entrañas
El fuego de la vida entre mis muslos y en mis poros

Resbalar navegar escalar remontar subir penetrar bajar…

Eso y más si el tiempo me permite

Y si no

Que se joda el tiempo

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