martes, 11 de agosto de 2009


Qué placer recordarte en esta tarde yerma
Paladear la dicha de esta amistad retomada
Tras largos silencios de pereza y desconcierto
Siento tu mano que se tiende en la distancia
Paloma mensajera de nuestras soledades
Cómo sabe dulce esta palabra en nuestros labios
Amiga
Qué agridulce recordarte y no tenerte aquí
Presente en esta tarde desierta y dolorida
En silencio te hablo desde el amor que te guardo
Desde el amor que me guardas hasta que regrese
Mi pequeña hermana tan frágil tan férrea
Qué etéreo el corazón cuando decimos
Amiga
Lleno esta tarde ausente y anodina con tu nombre
amiga