miércoles, 10 de septiembre de 2008

deshojando margaritas


Se han vaciado los poros de tristeza
No queda sino un tácito rumor de herida abierta
Me he cubierto con un manto de mentira
Para no hacer caso a los golpes de la vida

Cada mano que se cierna sobre mí
Con la idea de querer asesinar mi corazón
Va a encontrarse con el muro de mi ausencia
De la ausencia de un amor donde aplastarme

Me he de creer pues nadie lo hace
Ni en sí mismos y en los otros mucho menos
Me he de querer pues nadie lo hace
Y he nacido para amar hasta el desgarro

1 comentario:

sin querer te atropello dijo...

desgarrador pero bello, me ha dolido, o sea que imagínate